Cuadros acústicos se denominan a aquellos paneles acústicos de madera fonoabsorbente que serigrafiamos con imágenes y, así, pueden ser utilizados como cuadros decorativos en las paredes de una estancia.

Su gran ventaja es que permiten acometer el acondicionamiento acústico de un espacio sin obras y de forma rápida y ágil. Además, cuentan con un sistema de instalación tan sencillo como el de una simple balda que permite que sea el propio cliente, si lo desea, quien acometa el montaje con gran facilidad.

Cuadros acústicos en las oficinas de una empresa

Cuadros acústicos en las oficinas de una empresa

El uso de cuadros acústicos se extiende a cualquier tipo de estancia en la que se detecte cierta reverberación que perjudique a la correcta acústica de la sala. Oficinas, bares y restaurantes, salas de espera, salas de reuniones, y toda aquella sala donde la reverberación produzca molestias a la hora de escuchar y entender sonidos, es susceptible de usarlos.

Es muy probable que, si no lo sabes, ni siquiera detectes su presencia en una sala ya que otra de sus virtudes es su capacidad de pasar desapercibidos, camuflados como cuadros normales. La posibilidad de serigrafiar los estos cuadros con fotografías de pinturas, paisajes, ilustraciones o cualquier otro recurso visual que deseemos permite a los cuadros acústicos ser indetectables para el usuario de un sala.

Spigoart, división de Spigogroup dedicada a la fabricación de cuadros acústicos, ofrece 3 tamaños estándar (600 x 600 mm., 1.200 x 600 mm. o 1.200 x 1.200 mm.), pero si un proyecto lo requiere pueden fabricarse cuadros acústicos a medida bajo pedido.

Además, si un proyecto decorativo no desea serigrafía, los cuadros acústicos de Spigoart ofrecen la posibilidad de optar por acabados más sencillos en melanina, madera natural y laca.