Los techos desmontables han aportado grandes beneficios para los sistemas de seguridad de los edificios
Los techos desmontables se han generalizado en oficinas y edificios públicos de todo tipo por las ventajas que ofrecen. El primer beneficio de los techos desmontables es que forman un falso techo que rebaja la altura habitable de un edificio. Así, los techos desmontables que forman un falso techo consiguen reducir la cantidad de m³ de aire que se deben tratar en el acondicionamiento térmico de una estancia lo cual supone una reducción de la energía necesaria para mantener la temperatura adecuada.
Por otro lado, los techos desmontables ofrecen un espacio entre el falso techo y el techo original o plenum. Este espacio que “dejan” los techos desmontables permite el alojamiento escondido de los cables y tubos necesarios para los dispositivos de las diferentes instalaciones de un edificio: electricidad, acondicionamiento térmico, gas, aire, sonido o seguridad.
Entre los elementos de seguridad más habituales que podemos descubrir en los techos desmontables se encuentran los detectores de humos de los sistemas antiincendios, los detectores de movimiento, alarmas y cámaras de los sistemas de seguridad, y otros dispositivos más avanzados de los últimos sistemas de domótica destinados a edificios especiales.
Por último, cuando los techos desmontables son además techos desmontables registrables estos ofrecen el acceso rápido y directo a cualquier dispositivo integrado en el techo, ofreciendo una capacidad de respuesta rápida en caso de avería o cuando se necesitan hacer ajustes o pruebas de los diferentes sistemas.
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